Probablemente este haya sido el evento más flojo del año (todavía falta TLC) en la WWE. Con la excepción de los feudos de Rey - Jericho y HHH - Orton, el resto fueron puro relleno y con resultados por demás previsibles. Incluso la pelea de Jeff y Punk tuvo muchos bajones a pesar de haber estado bien planteada. Tremendo el asunto de Edge y Jericho como pareja para robarse el show pero aun así, la pelea no fue de mi agrado. Incluso la buena pelea que dieron (en el último escenario) HHH y Orton no dieron nada nuevo en un feudo tan añejo y mal llevado, nada que pudiera superar su pelea en el Extreme Rules del año pasado y eso por citar un ejemplo.
Me quedé con la pelea entre Rey y Jericho, que si bien no logró establecerse como el top feudo (recordemos que lo de HBK y Jericho el año pasado fue prácticamente sin querer) fue buen momento para reocrdarnos que estos dos tienen una química sorprendente en el enlonado y para mi gusto no decepcionaron.